jueves, 11 de junio de 2009

Cuando nada significa nada

Cuando te apetezca, mira en un diccionario, o en la wikipedia, si no tienes ninguno a mano, el significado de palabras tan antagónicas pero claras como contento o triste. Seguramente sus definiciones se ajustarán al estado de ánimo de muchos. Luego busca raro, mírate un rato por dentro y date por satisfecho por haber encontrado la esencia de lo que empieza a parecer una nueva corriente de pensamiento lógico negativista.

Todo sigue igual, como si nada; y una legión de promesas incumplidas te acompañan en el camino para recordarte que se han devaluado con el peso del día a día que, aunque parezca diferente, te lleva siempre al mismo lugar: a ninguna parte. Es como andar en círculos por un desierto sin ningún punto de referencia al que seguir para no perderte. Como una de esas pesadillas de la que te es imposible escapar. Como una tragedia griega.

Puede que estés en un estado de ánimo optimista por haber encontrado tu historia, pero sabes que acabarás luchando contra ella cuando no te satisfaga; o para convencerte de que no te va a satisfacer. Así puedes empezar a boicotearte, aún a riesgo de perder por KO en el primer asalto tras un par de hostias bien dadas. 

Si te sirven para quitarte las gafas de sol y ver la realidad con su gris natural, bienvenidas sean.

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