sábado, 10 de octubre de 2009

Felicidad (para L)

Ya que lo preguntas, pues voy a ver si te puedo ayudar. Lo tengo todo preparado. Mis bebidas espirituosas, mis otras cosas espirituosas y, como no, el Google. Lo quieras o no, es el mejor sitio por donde empezar la búsqueda de un deseo.

El olvido viene últimamente disfrazado de Felicidad (si, si, con mayúscula). Al menos esta noche. Si lanzas la búsqueda como "Felicidad" aparecen, siempre aproximadamente, 13.400.000 entradas. No esta mal. Si es por "búsqueda de la felicidad", 11.100.00, y lo más terrorífico de todo; "encontrar la felicidad", 7.650.000. Ante estos abrumadores datos, puedes llegar a la conclusión que sólo unos cuantos de los que buscan la Felicidad, son capaces de encontrarla. No desesperes todavía. No son tan malas noticias.

No puedo decirte mucho de algo que a veces escapa a todo razonamiento humano. Pasamos la vida buscando, esperando encontrarla a la vuelta de la esquina, vistiendo una sonrisa de oreja a oreja típica de cualquier vendedor de El Corte Inglés en prácticas. Te pregunta que si te puede ayudar y tu te aferras a lo primero que te ofrecen, porque es lo primero que ves en muchos años. Esa primera oferta es la que acaba por doblegar tus ánimos, mermados por una lucha sin fin que ya dura demasiado tiempo. Porque ni es lo que buscas, ni lo que necesitas. Aunque, estadísticamente, tarde o temprano, toca.

A veces pienso que la Felicidad es como los hospitales: todos sabemos donde están, pero si podemos, no vamos. En serio. A veces estamos tan sumamente cerca que nos da miedo. Y si la encuentro y soy feliz, luego que? La tópica pregunta del millón. La típica pregunta sin respuesta.

Luego también está aquello de ser más feliz que un tonto con un lápiz. Pues lápices para todos, coño! Pero, seguro que no te has preguntado porqué el tonto es feliz. Y ésta, si tiene respuesta. Uno de esos filósofos que tanto me gustan y que tantos siglos llevan enterrados vino a decir que la única manera de conseguir los deseos de uno mismo, era tenerlos limitados y bajo control.

La verdad es que prefiero pensar que el tipo que esconde la secreta ubicación de esos atesorados deseos, es el del espejo. Dicho de otra manera. Si quieres encontrar algo, echa un vistazo por ahí dentro.

Seguro que lo encuentras. Seguro.

Y si no, grita.

1 comentario:

  1. Gracias pero creo que la del espejo en el fondo no me deja, creo que gritare.

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