sábado, 10 de julio de 2010

Huir

Promesas depreciadas, tratos incumplidos, memorias que no recuerdan más que lo que olvidan. Vínculos invisibles que se extienden sobre los seres insomnes que viajan por la vida ligeros de equipaje, mirando atrás, esperando huir. Y en el ojo del huracán, tu.

Monstruos de papel, luces de neón, la sombra de una duda planeando sobre mi maltrecha conciencia. Y escondida entre la nube de ceniza que quedó tras el incendio, tu.

Horas malditas de insomnio, comida a medio hacer, bebidas en mal estado que te tuercen la cabeza al despertar a mediodía de un sopor insoportable. Amanecer a media tarde, con ganas de manzanas, siempre envenenadas, y reflejada en el espejo, tu.

El sudor por mi espalda, la cama vacía, mi cabeza a reventar, la bañera pierde agua, la ciudad, habitantes. Buceando en mi interior, tu.

Huida a simple vista, refugiada en un tejado, cuidado que te caes. Te lo dije. Estampada contra el suelo, tu.